Preguntas Frecuentes del profesorado sobre el ST
8 mayo, 2014Éxito en la escuela
25 junio, 2014En algunos casos los movimientos y ruidos pueden ser molestos o incluso distorsionar la clase. Es importante recordar que están sucediendo involuntariamente. No reaccionéis con cólera o enojo. Es necesario que seáis pacientes porque reprimir un alumno con ST es como querer castigar un niño con parálisis cerebral por ser torpe. El niño con Síndrome de Tourette que es castigado a causa de sus síntomas puede adquirir fobia al colegio o ser hostil a los que tienen autoridad. Es más, si el profesor no es tolerante, otras personas en la clase se sentirán libres de poner en ridículo al niño con Síndrome de Tourette. Los profesores son modelos de conducta para sus alumnos.
Es necesario proporcionar al alumno la necesidad de salir brevemente de clase. Un lugar privado como el lavabo es apropiado para liberarse de los tics. Algunos alumnos afectados pueden y quieren suprimir sus tic durante un tiempo, pero después tendrán necesidad de liberarse de ellos por la acumulación de tensión y precisarán liberarla. Un rato en un lugar privado para relajarse y liberarse de los tics a menudo puede reducir los síntomas en clase. Estos cortos períodos de tiempo pueden también incrementar la habilidad del niño para concentrarse en el trabajo, porque no estará utilizando toda su energía para suprimir los tics.
- Trabajar con otros alumnos de la clase y del colegio para ayudarlos a entender los tics con el objetivo de reducir las ridiculizaciones y las normas.
- Si los tics del niño son particularmente molestos, tomad en consideración la posibilidad de evitar hacerlo hablar en público delante de la clase durante un tiempo. El estudiante puede ser capaz de registrar informes orales, de manera que estas habilidades puedan ser juzgadas sin el estrés añadido de tener que hacerlo delante de la clase.
- Es necesario que recordéis que un niño con el ST se siente tan frustrado como vosotros por la naturaleza molesta y complicada de sus tics. Si tenéis la oportunidad de ser sus aliados en las ocasiones en que es necesario ayudarlo a asumir este trastorno tan molesto, el colegio puede convertirse en una experiencia muy positiva.
- Una vez que el grupo de profesores ha mantenido un primer contacto con el alumno y es consciente de los conocimientos previos de los que partimos, realizar adaptaciones de carácter no significativo tanto en la metodología como en los materiales de algunas materias o en los procedimientos de evaluación puede ser muy efectivo, por ejemplo no permitirle no copiar los enunciados de las actividades o incluso evaluar sus conocimientos de forma distinta respetando siempre los criterios de evaluación fijados en la programación.
- Además de estas medidas específicas conviene hacer un seguimiento a través de las reuniones de tutores y a través de las reuniones de coordinación del departamento de orientación y la excelente colaboración y buena disposición de la familia para dar continuidad en casa al trabajo que se realice en el centro.
Para que seáis conscientes de las dificultades que presenta un niño con ST en clase, estos son algunos de los muchos ejemplos que un niño siente en el aula a la vez que intenta atender al profesor y resto de alumnos:
Problemas de escritura
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Modificar los deberes escritos: por ejemplo el niño puede copiar y acabar uno de cada 2 problemas de matemáticas. Permitir que otra persona pudiendo ser el padre, la madre o un compañero actúe como secretario de manera que el alumno pueda dictar sus ideas para facilitar la formación de conceptos. Conviene concentrarse en lo que el alumno ha aprendido y no en la cantidad de trabajo que ha hecho.
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Como el alumno con problemas viso-motores puede no ser capaz de escribir con suficiente rapidez para tomar nota de información importante, podéis indicarle a un compañero que tome notas o designar “un compañero de deberes”. El compañero de deberes debería ser un estudiante de confianza que puede ser requerido para asegurarse que el alumno con ST los ha hecho realmente. Es necesario asegurarse que todo esto se realice discretamente de manera que el niño con Síndrome de Tourette no se sienta singularizado o señalado aún más.
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En los exámenes en que se utilicen pruebas tipo test estandarizadas podéis permitir al niño que escriba en la hoja del test. Esto le ayudará a evitar malas notas causadas por la confusión visual que se puede dar cuando se usan hojas diferentes para el enunciado y la respuesta.
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Con frecuencia los estudiantes con problemas viso-motores deletrean mal. No les penalicéis por los errores en el deletreo, más bien al contrario: animarlos a que repasen las pruebas y a utilizar un programa informático con corrector ortográfico. Puntuad la escritura en base al esfuerzo y no necesariamente a la apariencia.
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Los estudiantes con Síndrome de Tourette parecen tener problemas especiales con las matemáticas escritas. Pueden ser ayudados animándolos a utilizar elementos como los que se usan en la enseñanza de las matemáticas y una calculadora para realizar cálculos mecánicos: utilizar papel con cuadrícula grande o girar de lado el papel con rayas para que sirvan de columnas pueden ayudar al niño a mantener columnas rectas mientras hace el cálculo.
Problemas de lenguaje
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Es ventajoso proporcionar información visual y auditiva conjuntamente siempre que sea posible. El estudiante podría recibir directrices escritas y también orales o tener una copia de un esquema de la lección mientras escucha las instrucciones. Los dibujos y gráficos que ilustren el texto son generalmente muy eficaces.
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Dad las instrucciones de una en una o como máxima de dos en dos. Cuando sea posible, haced que el alumno os las repita. A continuación podéis hacer que el alumno responda uno o dos ítems y que los compruebe con vosotros para ver si lo ha hecho correctamente.
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Si notáis que el alumno está murmurando mientras trabaja, sugeridle ocupar un asiento donde no moleste a los demás. A veces re-escuchar en silencio las instrucciones o la información para ellos mismos les puede ayudar a entender y recordar los deberes.
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La necesidad imperiosa de repetir se puede observar en las actividades de lectura y/o escritura. Los estudiantes pueden ser incapaces de acabar el trabajo porque quedan atascados releyendo o reescribiendo palabras o frases una y otra vez como si se tratara de un disco rayado. Podéis observar al alumno para comprobar cuando le pasa. Cuando se de esta situación podéis: haced que el alumno haga una pequeña pausa o cambie de trabajo, dadle una tarjeta con una ventana recortada que permita ver solo una palabra cada vez. El estudiante desliza la ventana sobre la línea mientras lee, de manera que la palabra anterior queda tapada y las probabilidades de quedar atascado se reducen. Cuando escriba, podéis hacer que el alumno utilice un lápiz o un boli sin goma de borrar y dejadle que acabe el trabajo oralmente. Puede ser útil recordarle de vez en cuando que no se pare.
Problemas de atención
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Para minimizar que el estudiante se distraiga visualmente con otros niños, puede ser conveniente que se siente situado delante del profesor, especialmente si ha de recibir instrucciones u orientaciones.
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Mejor que no se halle sentado al lado de las ventanas, puertas u otras fuentes de distracción, por ejemplo, donde se reúnen los grupos de lectura de trabajo.
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Proporcionad al alumno un “despacho”, un lugar tranquilo para trabajar. Puede ser adecuado un rincón, una sala o la biblioteca. Este espacio no se debe utilizar como un lugar de castigo, sino más bien como un lugar donde el estudiante elige colocarse cuando le resulta difícil concentrarse.
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Haced que el estudiante trabaje en cortos pero intensos períodos de tiempo, con interrupciones para hacer recados o simplemente para moverse de la silla. Cambiadle a menudo de trabajo. Por ejemplo acabar 3 problemas de matemáticas, después leer, etc.
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Haced por adelantado “un contrato de trabajo”. Por ejemplo, un número específico de problemas que debe acabar en un tiempo razonable. Debéis ser realistas, los estudiantes con estos problemas no deben recibir a la vez dos o tres hojas de trabajo para hacer ellos solos, son más efectivos los deberes cortos con comprobaciones frecuentes.
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Con los niños más pequeños, los simples gestos, como colocar la mano sobre la espalda del estudiante, pueden ser un recordatorio útil para concentrarse durante el tiempo en que deben escuchar las explicaciones.
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Estos niños tienen un tiempo diferente a los demás en todo lo que hacen
Evaluación y exámenes
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Controlar que anota bien en la agenda la fecha de los exámenes-controles y el contenido que entra en cada examen.
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Es muy útil valorar el trabajo diario para evitar exámenes-controles continuos.
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Es muy útil valorar diariamente sus tareas y controlar sus progresos frecuentemente. Esto le ayudará a saber que se espera de él, si está alcanzando sus metas y si van en la dirección deseada por el profesor.
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Es muy conveniente realizar los exámenes-controles por etapas, nunca de cinco preguntas muy largas y seguidas.
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Siempre que sea posible reducir el contenido del examen-control con respecto de sus compañeros.
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Nunca hacer el mismo examen del resto de los alumnos en dos sesiones diferentes. Esto le podría hacer perder la explicación de las siguientes clases.
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Procurar no poner en un examen-control, en la misma página dos tareas. Primero una y cuando se haya acabado poner la segunda y poder dar opción de terminarlas con el profesor de apoyo y/o refuerzo.
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Siempre que se pueda durante la realización del examen, brindar un apoyo individual, para centrarles la atención con preguntas como: “vuelve a leer”, “párate y piensa”, “estoy seguro que lo sabes”, “termina la pregunta”.
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Siempre que el alumno lo necesite sustituir las preguntas escritas por orales, o las orales por escritas, según resulte más beneficioso para el alumno.
Dificultad para hacer los deberes
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Utilizar agenda escolar o listado de tareas
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Atención con las tareas para casa, disminuir su cantidad, comprobar que sabe resolverlas antes en clase, no mandar lo que haya quedado incompleto en el aula.
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Explicar a la familia cómo le va a implicar y su grado de control sobre la ejecución de las tareas (intentar que sea el mínimo, las tareas para casa son la pesadilla de las familias y el motivo de problemas permanentes).
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Premiar a las familias su realización antes que su correcta competencia.
Problemas para romper las rutinas
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Crear un ambiente muy estructurado, predecible, sin demasiados cambios, sentarse en el mismo sitio, informe de las reglas y normas del aula y que estén siempre a la vista.
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Mantener siempre a la vista horarios y cualquier variación de la rutina, anticipar las novedades.
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Establecer horas específicas para tareas específicas.
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Intentar estructurar al máximo la rutina escolar, colaborando en la organización y el orden de las actividades diarias.
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Elogiarlos cuando logran concluir una tarea, demostrando y confirmando su capacidad de organización.
Dificultades en las relaciones con otros compañeros
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Realizar actividades en las que tenga que trabajar con los compañeros, eligiendo el tutor los grupos, no ellos mismos, así evitarás rechazo.
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Hacer actividades de tutoría que favorezcan la relación y la autoestima.
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Enseñar y entrenar en habilidades sociales con sus compañeros aprovechando las circunstancias naturales de la interacción cotidiana entre los alumnos.
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Favorecer la confianza en sí mismo, proponer tareas que sepamos que puede hacer el alumno.
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Sacarlo a la pizarra cuando esté seguro de que lo va a hacer bien, haciendo así que el resto de sus compañeros lo considere importante.
Dificultades durante las clases
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Hacer frecuentes contactos visuales, para hacerles volver de su falta de atención. Hay que mantenerle la atención constantemente, dirigiéndose al alumno mientras explica.
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Repetir las indicaciones. Necesitan que se les diga más de una vez. Y dar las instrucciones paso a paso.
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No permitir nunca que se quede solo cuando se agrupen de dos en dos para hacer un trabajo. Si esto ocurriese se les agruparía de otra manera.
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Cuando se va a enseñar algo, primero anunciadlo, después enseñarlo y luego decir lo que se enseñó. También escribir lo que se va a enseñar a la vez que se dice.
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Destacar más la calidad que la cantidad, de manera que no se aburra y se distraiga.
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Darle responsabilidades en la medida de sus posibilidades.
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Para poder aprender necesita sentirse conectado y enganchado con el profesor.
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Hacer las tareas largas en más cortas. Las personas con problemas de atención frente a una tarea extensa se sienten abrumados y tienden a pensar que no serán capaces de hacerlo y provoca frustración.