ABC – El emotivo mensaje de ánimo de Vicente del Bosque por la visibilidad del Síndrome de Tourette
24 abril, 2019Empleo y discapacidad
14 mayo, 2019Vicente del Bosque envió a este luchador un emotivo mensaje de ánimo en su esfuerzo por dar a conocer esta enfermedad con poco reconocimiento social
29/04/2019 09:36h
José Manuel Gil tiene 38 años y es preparador físico de fútbol en el Centro Deportivo Sergio Pachón y Antonio López de Fuenlabrada (Madrid). Su historia es una lección de lucha y esfuerzo por superarse a sí mismo y conseguir metas. Metas que cada vez se plantea más difíciles, pero más solidarias.
Entre los chicos que entrena en su club de fútbol cuenta con dos hermanos de 15 y 7 años que padecen Síndrome de Tourette, un trastorno neurológico que se caracteriza por los numerosos tics motores y fónicos involuntarios que produce en sus afectados. «Yo siempre les he tratado con mucho cariño y respeto porque, además de que entrenan igual que el resto de chavales, ellos se lo ganan por ser extremadamente cariñosos y entregados. Me impresionó saber por sus padres que, por el hecho de ser presas de esta enfermedad, en su colegio eran acosados por el resto de compañeros. Me resultó inhumano porque todos, al fin y al cabo, podemos tener una enfermedad antes o después y no es justo que se burlen de ti por ello», asegura indignado.
Este fue uno de los motivos que le llevó a intentar ayudar a que la sociedad conociera esta enfermedad tan poco difundida para que, en la medida de sus posibilidades, se logren más fondos y se investigue para darle una solución.
Aficionado a correr y participar en carreras, José Manuel Gil no se lo pensó dos veces. Decidió apuntarse a diversas pruebas por estos dos hermanos y, a su vez, por todos los afectados por el Síndrome de Tourette para dar visibilidad a esta enfermedad. Este joven madrileño ya ha corrido en seis ironmans y dos ultratriatlón de 100 kilómetros.
Participó en la Non-Stop Jávea 678 Ultratriatlon, una competición que constaba de 11,4 km a nado, 540 km e bicicleta y 126,6 kilómetros de carrera a pie. Todo ello en menos de 60 horas y sin parar. De los inscritos de todo el mundo en la prueba solo llegaron 6 y José Manuel Gil lo hizo en el puesto número cuatro siendo, además, el único participante no profesional. Todo un reto. Su #Retotourette, como él mismo lo denominó.
Para participar en esta prueba recibió un emotivo mensaje de ánimo del ex seleccionador de fútbol Vicente del Bosque. «Fue increíble lo que me decía. Supuso una ilusión muy grande y, sobre todo, una gran responsabilidad porque, desde ese momento, sentí que sus ojos ya estaban en mi cuello durante la prueba. Todo un gran aliciente para ayudar a estos niños afectados».
En octubre de este año vuelve a la carga. Esta vez participa en Málaga en una prueba de tres días de duración. El primero de ellos debe nadar 10 km y recorrer 180 en bicicleta; el segundo, 300 km en bicicleta y, el tercero, 84 km corriendo. «La organización ya sabe que lo haré por los afectados por el Síndrome de Tourette para ayudarles a dar a conocer lo que supone su enfermedad», explica.
Sus objetivos van más allá y ya tiene los ojos puestos en la Barkley Marathons, una terrorífica prueba que se celebra en EE.UU. en la que deberá correr por un bosque 180 km sin ningún tipo de guía ni gps y donde se enfrentará a pruebas trampa. «Solo 15 personas la han terminado en el mundo y yo seré el primer español en participar. Es un reto personal de superación personal y de solidaridad con las personas que sufren Tourette».
José Manuel Gil apunta que las fuerzas se sacan del corazón y de la cabeza «porque cuando estás corriendo, el cuerpo físico es el único que falla y no te permite alcanzar la meta», confiesa.
El mérito de este luchador no acaba aquí. José Manuel Gil sufre una discapacidad de 52% por padecer esquizofrenia, una enfermedad mental que afecta a algunas funciones cerebrales. «El deporte me ayuda a superarme, a pesar de que tomo muchas pastillas que me debilitan y me adormecen los músculos. Mi esfuerzo en cada prueba se multiplica por ello. Pero merece la pena», concluye.