La píldora mágica (31)

píldora mágica Tourette
La píldora mágica (30)
27 diciembre, 2021
Perros de asistencia para hacer frente al Síndrome de Tourette.
20 enero, 2022
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En los refraneros, proverbios y dichos populares encontramos siempre frases que aparentemente se contradicen unas a otras. Por ejemplo: “A quien madruga Dios le ayuda” y “No por mucho madrugar amanece mas temprano”. Una te invita a ponerte en marcha y la otra a esperar. Pero todo depende de los contextos.
Los que somos padres de un afectado Tourette muchas veces tenemos la sensación de que hay que hacer algo y además hay que hacerlo cuanto antes, porque a quien madruga Dios le ayuda. Esta urgencia principalmente nos “ataca” con los problemas escolares, de relación y de convivencia familiar. Y es cierto que hay que hacer algo, pero siempre desde la razón y no desde el impulso (para impulsivos ya les tenemos a ellos); y desde el amor y no desde la angustia y la desesperación.
Cada mañana es un nuevo reto cansado, exigente y que a veces no nos pilla con las pilas suficientemente cargadas. Hay días que nos lo tomamos mejor y otros que se nos pone en un pico.
Hoy el prospecto de la píldora me habla del sentido común, de no perder el norte. ¿Deseo que mi hijo salga adelante y que lleve una vida “normal”? ¿Deseo paz en su cuerpo y en su mente y, de paso, en el resto de la familia? ¡Claro que si! Pero también deseo aliviar mi carga.
Desear la mayoría de las veces no concuerda con la realidad que tenemos delante y nos impide ser optimistas y actuar con entusiasmo. Así, que para tomar decisiones adecuadas no tenemos que partir de lo que deseamos, sino de lo que tenemos.
Tenemos un/a hijo/a con problemas. Además, igual tenemos más hijos, que también tienen los suyos. Y también tenemos los nuestros propios.
Tenemos 24 horas al día, ni una más. Y necesitamos dormir y tener ratos de esparcimiento.
Quizá sea buena idea recordar que solo somos personas y darnos un poco de cariño y amabilidad. Cuando nos sentimos mejor, también es mas fácil sentir empatía y compasión por ese Tourette que nos preocupa. Y en la mayor irse los casos, ayuda a limar asperezas y relajar tensiones.
Si, hay que ocuparse, pero recordando que a cada día le basta su afán y que muchos problemas se resuelven despacio, por lo que hay que darles su tiempo. No por mucho madrugar amanece más temprano.
Me tomo la píldora, cierro los ojos. Respiro profundamente dos o tres veces. Solo esto hace que me sienta mejor. Me dedico unos segundos, un minuto. Me doy un poco de bienestar. Lo necesito y me lo merezco. 
Y dice el prospecto que haga esto todos los días, varias veces, para fluir con la vida. Y que esté atento a los cambios.

“No se trata de tener todas las certezas, sino de aprender a vivir con las incertidumbres. Querer controlar todo enferma. Dejar fluir sana”.

-Anónimo-

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